La menstruación, mi historia de vida

Hoy se conmemora la salud menstrual, como un aspecto crucial del bienestar de todas las niñas y mujeres, y pese a que ahora se verbaliza y se oye hablar de la menstruación de forma frecuente y cotidiana al menos entre profesionales de la salud, la verdad es que MENSTRUAR sigue siendo una tema TABU. Por eso recientemente se realizo una campaña comunicacional, que consistió en lucir una polera con la frase «ESTOY MENSTRUANDO» iniciativa liderada por la Fundación Mujer Mundo

Cuando la menstruación se torna un tormento cada mes, son pocas las personas que a priori comprenden y empatizan con la situación que viven algunas niñas, adolescentes y mujeres. Y creo que no se trata de indolencia, sino que desconocimiento y una cultura arraigada respecto a que la menstruación debe incomodar y que tenemos que asumirlo y acostumbrarnos a ello. Por otro lado, sigue existiendo una escasa valoración del ciclo menstrual y por lo mismo un manejo no pertinente.

Imagen cedida por María Paz Vergara Romo
https://www.instagram.com/mpazmatrona_ginearomaterapia/

El año 2021, escuche por primera vez hablar de SALUD MENSTRUAL, y fue un gran descubrimiento que me insto a cursar el Diplomado de Especialización de la Escuela La Tribu, donde conocí la importancia del manejo multidisciplinario del ciclo menstrual. También tuve la oportunidad de incorporar conocimientos desde distintas disciplinas y aprendí de médicas ginecólogas, endocrinólogas, psiquiatras, psicólogas, nutricionistas y de colegas matronas como María Paz, quien desde la medicina complementaria se ha especializado en Salud Integral de la Mujer. Y estoy convencida que ese tipo de abordaje debe estar disponible, ser conocido y considerado según las distintas necesidades de cada persona.

Sufrí durante al menos 25 años de mi vida de DOLOR MENSTRUAL, muchas veces, mi entorno familiar no comprendía mi pesar y en muchas ocasiones fui catalogada de hipocondriaca, era habitual escucharles decir «¿Qué te duele ahora?! » ciertamente mi semblante, apariencia o postura corporal delataba que estaba adolorida o sufriendo una vez más. Y pudiera entenderse mis dos hermanas transitaban su menstruación sin inconvenientes, yo era la única que «me quejaba.»

A los 19 años tuve el primer episodio grave de dolor, confundido con una apendicitis y estuve hospitalizada, me dijeron que tenia un quiste en el ovario. A los 31 años fui sometida a una apendicetomía y estaba menstruando, el cirujano me conto que mi peritoneo estaba lleno de contenido hemático, por lo que probablemente mi menstruación era retrograda y debía evaluarme por la especialidad de ginecología.

En esa época vivía en Illapel, y llevaba al menos 5 años visitando a distintos ginecólogos de La Serena, Viña del Mar y Santiago, consulte al menos 8 veces y tuve una colección de ecografías ginecologías TV (transvaginales), incluso me hicieron una histerolsalpingografía de contraste y ningún examen vislumbro la causa de mis dolencias.

Afortunadamente el año 2004 a mis 33 años, en Antofagasta llegue a las manos del Ginecólogo quien hasta el día de hoy es mi tratante, con una gran calidez humana y de un trato excepcional, el siempre tuvo una disposición empática, comprensiva y fue muy asertivo en la conducta y el manejo de mi caso. Tuvo una postura conservadora, a pesar de que yo insistía en que me sacara el útero, y no se equivoco – tenía razón – hoy las histerectomías están siendo muy cuestionadas. Mi médico posee expertiz y un ojo ecográfico muy adiestrado, recuerdo que en ese entonces hace 20 años, me pidió que le mostrara todas la ecografías que yo tenia y fue dibujando con un lapicero sobre las imágenes de cada ECO los quistes endometriosicos y mostrándome como fueron aumentando su tamaño con el pasar de los años. Hoy declaro que su profesionalismo y expertiz cambio mi vida, lo recomiendo 100%

Soy una sobreviviente de la Endometriosis, fui sometida a 3 cirugías laparoscópicas los años 2004, 2007 y 2011, tenia «quistes de chocolate» en mis ovarios y múltiples endometriomas dispersos en el entorno de mi cavidad pélvica. Mi caso fue expuesto incluso en un Congreso Internacional, recuerdo que la primera cirugía duro 3 horas, fue heavy. Mis reglas eran muy abundantes, siempre manchaba mi ropa, las sabanas y el colchón de mi cama, el asiento del auto, el sillón, casi todo al mi alrededor. Las toallas higiénicas nocturnas y lo tampones super plus eran parte del inventario habitual en mi cartera. Esos días ir a trabajar era una gran sacrificio, subir escaleras, incluso caminar. Hoy me alegra que tengamos en el Congreso un proyecto de Ley 14.750 de la Endometriosis promocionada desde Fundación Chilena de Endometriosis (FUCHEN) esperanzada y atenta a su pronta concreción y puesta en marcha.

Quise contarles mi historia, para transparentar que las dolencias menstruales y otras patologías ginecológicas como la infertilidad, afectan enormemente la vida de las mujeres, la salud mental en general. Yo por ejemplo incluso opté por alejarme de la labor asistencial y cambiar mi rumbo laboral, porque se me hacia muy difícil convivir con embarazadas de forma cotidiana, dado mis dificultades para embarazarme asociadas a mi Endometriosis. Curiosamente el mismo día en que yo regresaba a mi casa después de mi 3° y última cirugía laparoscópica, cuando yo dejaba atrás la Endometriosis, mi única hija, el tesoro de mi vida tuvo su menarquia, ese mismo día ella iniciaba su vida menstrual, afortunadamente no heredo mis dolencias y fue educada desde el 1° momento respecto a los signos de alertas (red flags) de la menstruación.

Actualmente vivo reconciliada con mi útero, a pesar de la adenomiosis y miomatosis que me acompañan y que manejo con un SIU. Estoy viviendo la perimenopausia y transitando a una nueva etapa de mi vida personal y laboral, iniciándome hace un par de meses en consulta privada como Matrona con la convicción de que mi historia clínica ginecológica, es un atributo, un antecedente real, que pongo en practica con cada mujer que me consulta por problemas ginecológicos o que sufre Dismenorreas o que necesita asesoría o consejería en el ámbito de la salud sexual y no reproductiva.

Finalmente quiero manifestar mi regocijo al constatar que los tiempos están cambiando y que la menstruación cada día se visualiza como una vivencia que debemos acompañar y considerar puesto que cumple un rol primordial en la salud femenina. Al día de hoy el Ministerio de Salud de Chile dispone de Orientaciones Técnicas para el manejo de la Endometriosis, aunque el diagnóstico y el manejo en el sector público es tardío e insuficiente, al menos tenemos este documento que espero efectivamente se ponga en práctica en los Hospitales y en la atención primaria de salud, así como en el sector privado.

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